Existen dos tipos de página web que se identifican en relación al modo en que generan contenido, pueden ser: estáticas o dinámicas. En este artículo te contamos qué implica cada una de ellas:
Páginas web estáticas: Se llaman así a los sitios centrados principalmente en mostrar una información permanente donde el navegante se limita a obtener información sin interactuar en ningún momento con la página web. La mayor parte de ellas se construyen con hipervínculos o enlaces entre las páginas que conforman el sitio. Estas webs son una buena opción para quienes quieren ofrecer una descripción de su empresa, por ejemplo: quiénes somos, dónde estamos, servicios, entre otras.
Operan a través de la descarga de un fichero HTML, en él, vienen todas las instrucciones para que el navegador reconstruya la página web, permitiendo el acceso a las ubicaciones de sus propios elementos y siguiendo un orden preconcebido, el cual no permitirá la interacción con el usuario.
Ventajas:
- Funcionan en cualquier servidor.
- Tardan poco en cargar.
- Gran funcionalidad.
- No requieren instalación.
- Mejoran el posicionamiento.
- Se gasta menos en alojamiento.
- No requieren mucho mantenimiento.
Páginas web dinámicas: Estas páginas web se generan en el mismo momento del acceso del usuario, para esto utilizan un lenguaje interpretado y se adapta al desarrollo web. Admite solicitudes del usuario para procesarlas en base de datos, permitiendo definir características y funcionalidades según los objetivos y requerimientos de tu proyecto. Estas pueden ser: informar, vender, recabar datos o brindar respuestas. Crear una página web dinámica, es un procedimiento más complejo en relación a las estáticas, esto se debe a que es necesario contar con un mayor nivel de conocimiento previo sobre lenguajes de programación y gestión de bases de datos. De esta forma, se posibilita agregar aplicaciones como foros de discusión, envío masivo de correos electrónicos, pedidos en línea, encuestas, entre otros.
Ventajas:
- Podés hacer desde una simple web informativa con los datos de tu empresa o un portal un poco más complejo con todo tipo de funciones, como un blog o una tienda online.
- Se posicionan mejor en los buscadores.
- Es fácil añadir contenidos y modificar cualquier elemento.
- Permiten interacción con los usuarios, lo cual favorece enormemente la eficacia de la página para atraer clientes.
- Pueden ser mantenidas (no creadas) por personas que no tengan conocimientos de programación.
- Permiten un diseño responsive que se adapta a todo tipo de tamaños de pantalla y dispositivos de navegación.