El aprendizaje virtual es una modalidad altamente propicia para el acceso a la educación sin altos costos para ambas partes. Pero también, es una herramienta que propicia la colaboración entre pares de diferentes lugares del mundo ya que la virtualidad permite enseñar a través de las fronteras del tiempo y del espacio.
Entre otro de los aspectos a destacar es importante mencionar la posibilidad de contenidos multitemáticos ya que permite la divulgación de conocimientos de cualquier ámbito: desde un aprendizaje formal hasta la obtención de herramientas que se encuentran fuera de los programas estudiantiles, pero que pueden ser de interés para l@s estudiantes.
Además, se trata de sistemas flexibles que pueden ser utilizados tanto como soporte principal para la formación académica, cursos o capacitaciones específicas o puede ser simplemente un recurso extra (que se combine con una modalidad presencial) como un apoyo para la educación a distancia.
Estas plataformas permiten una actualización rápida de los contenidos adjuntados en la web, por lo que permite que tanto profesores como estudiantes estén al día respecto a las temáticas a tratar en clases. Además de ser una plataforma muy intuitiva y de fácil acceso para todos. Esto también favorece un ambiente colaborativo ya que el contenido educativo que suele ofrecerse implica la colaboración dinámica de todas las partes, lo que agiliza el proceso de aprendizaje y facilita el intercambio de ideas entre pares.
Por otro lado, la virtualidad ayuda a mejorar la gestión de los tiempos: estudiantes e instructores ahorran tiempo de traslado para acceder a la educación desde la comodidad de su hogar. En muchos casos, esta opción es ideal para aquellas personas que quieran capacitarse, pero tengan un empleo de tiempo completo u otras actividades que les impide tomar clases presenciales.
Y por último, aunque no menos importante, el ahorro de recursos es otra de las características más importantes a tener en cuenta a la hora de pensar en esta modalidad de estudio. Las plataformas virtuales implican una gestión más eficiente en términos económicos tanto para estudiantes, profesores e instituciones. ¡Y no sólo en relación a la inversión inicial! sino también en relación al uso del transporte, el espacio físico y de aquellos servicios básicos que son necesarios cuando las clases se dictan de manera presencial.
